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Por Bruno
Cardeñosa:
En mayo de 1968
inmensos objetos triangulares sobrevolaron España
ante miles de testigos. Entonces no se supo que
las autoridades investigaron los hechos a
conciencia, aunque oficialmente se ha dicho que
fueron globos meteorológicos franceses. MUNDO
MISTERIOSO demuestra, tras las últimas
investigaciones, que se trataba de auténticos
OVNIs. El 14 y 15 de mayo de
1968 miles de ciudadanos españoles dirigieron sus
miradas al cielo: enormes objetos teatraédicos
estaban sobrevolando impúnemente espacio aéreo
español, sin que los cazas del Ejército del Aire
pudieran darles alcanze. A finales de l992 las
autoridades reabrieron del nuevo el caso al
desclasificar los informes oficiales de los
avistamientos. Según los mismos, aquellos
misteriosos artefactos eran, simplemente, globos
estratosféricos franceses. Transcurridos 30 años de ágrio debate,
podemos ofrecer a los lectores nuevos datos e
informaciones que cuestionan la versión oficial. Y
aunque no pretendo cerrar la discusión, las
informaciones que me dispongo a exponer sí dejan
en evidencia una sórdida trama orquestada desde el
Mando Operativo Aéreo -a la sazón el organismo
encargado de la investigación y desclasificación
de informes OVNI- cuyo objetivo no parece ser otro
sino ocultar datos sustanciales sobre la realidad
OVNI.
OVNIs sobre Barcelona
y Madrid
España, por aquel entonces,
dejaba atrás el Seat 600 y se abría camino
hacia el futuro: asistíamos a la "revolución" de
mayo de l968. Así que no es de extrañar la
repercusión pública que tuvieron aquellos
episodios acontecidos en los cielos. También éso
suponían una novedad… Fue a últimas horas de la
tarde del 14 de mayo cuando miles de barceloneses
contemplaron un objeto triangular que, tras
permanecer horas estático comenzó a desplazarse
hacia el noroeste a gran velocidad, aumentando su
luminosidad. Uno de los testigos del suceso fue el
veteranbo investigador Rafael Farriols, que llegó
a obtener 82 fotografías del extraño artefacto. Un
capitán del ejército destinado en el rádar de
Rosas (Gerona) remitió un escrito oficial al
ufólogo catalán Antonio Ribera el 20 de
julio de ese mismo año, en el cual le informaba de
la detección en rádar del objeto, que fue
observado desde un caza norteamericano. Se ordenó
un "scramble" desde la base aérea de Zaragoza,
"pero no pudieron localizar al objeto". La
información oficial sobre este suceso no ha sido
desclasificada hasta finales de l996, cuatro años
después de dar a conocer el informes sobre los
casos del 15 y l7 de mayo que ahora mismo
explicamos. El retraso, dicho sea de paso, no
tiene explicación alguna. En la mañana del día 15
se observó desde Madrid un objeto situado a unos
tres kilómetros de altura. Según un controlador de
Torrejón, el objeto estaba "formado por tres
cuerpos paralelos sin poder precisar más por
haberse alejado y descendido". A esa misma
hora, sobre las diez de la mañana, se vuelve a
detectar un eco sobre la ciudad Condal, desde
donde miles de ciudadanos vuelven a observar un
objeto similar al de la noche anterior. Hasta él,
sin éxito, trataron de acercarse dos cazas de la
Base Aérea de Zaragoza. Inmediatamente se ordenó
la salida de dos F-104 de Torrejón. Según la
información oficial, "la gran altura del objeto
impidió una identificación clara y la toma de
película, aunque la opinión de los pilotos
coincidió en que se trataba de un globo
sonda". Horas más tarde, a las 13.00 horas, la
tripulación de un DC-9 que cubría un vuelo
inagural con destino a París observó, sobre la
vertical de Sierra Cebollera (La Rioja), un objeto
esférico con "tres patas" en su parte inferior. Un
periodista, Alfredo González Retuerce,
logró filmar el objeto. Hacia las seis de la tarde
se observan sobre el País Vasco objetos ovoides y
muy brillantes dirigiéndose al este. La oleada,
sin embargo, había comenzado 48 horas antes,
cuando tres objetos triangulares sobrevolaron
Huesca la tarde del l3 de mayo por espacio de tres
horas, provocando inquietud entre los cuarteles
militares de la zona. El día l7 los OVNIs
volvieron a desafiar los sistemas defensivos
españoles. El rádar militar de Calatayud
(Zaragoza) detectó un objeto sobre Lérida.
Nuevamente se dio orden de otro "scramble" y dos
cazas de Torrejón despegaron hacia las 11 de la
mañana en dirección al objeto, que fue elevándose
a medida que los cazas se acercaban. Sin éxito
tuvieron que regresar a la base, aunque el objeto
siguió en las pantallas del rádar hasta bien
entrada la tarde.
Incoherencias
oficiales
El Mando de la Defensa Aérea
investigó los hechos. Aquellas informaciones
fueron revisadas por el teniente-coronel Ángel
Bastida, que el 26 de octubre de 1992
estampaba su firma aprobando la desclasificación
del informe original. Ante él, 24 años de secreto.
Y sin embargo, tuvo la osadía de afirmar que los
avistamientos (a excepción de los casos del día l3
sobre Huesca y l4 sobre Barcelona, que no fueron
desclasificados) fueron provocados por dos globos
estratosféricos lanzados desde Las Landas
(Francia) por el Centro Nacional de Estudios
Espaciales (CNES) del país vecino. La pretendida
explicación, como veremos, no se ajusta en
absoluto a la realidad. En anteriores reportajes
ya he hecho incapié en las irregularidades
detectadas en este proceso de desclasificación
iniciado en 1992. Los casos de mayo de 1968 son un
buen ejemplo: aunque oficialmente se asegura que
no se reservan informaciones, no han sido dados a
conocer los informes de los pilotos que trataron
de acercarse a los objetos los días 14 y l5, y que
son fundamentales a la hora de valorar el
episodio. A lo largo de estos 30 años el CNES no
ha recibido acerca de los globos lanzados en 1968
petición alguna por parte de nuestras autoridades,
como en buena lógica se debiera haber hecho. De
haber sido así, sabrían que el globo al que
"acusan" de provocar los avistamientos de la
mañana del día l5 de mayo fue lanzado la tarde
anterior, alcanzando su techo de 34 km sobre los
Pirineos franceses. Según la ficha del vuelo, el
globo -que no llegó a entrar en España- cayó en
Dax, al norte de Navarra, minutos después de las
7.20 horas del día l5: ¡tres horas antes de que
fueran observados y detectados los objetos
extraños sobre Madrid y Barcelona! Asi pues, ¿cómo
iba a ser ese globo estratosférico el detectado si
ya estaba siendo recogido por los científicos
franceses? La historia se repite en el caso del
día l7 de mayo. El globo francés, sin entrar en
España, cayó a las 11 de la mañana. A esa hora
despegaban los cazas de Torrejón para
identificarlo. La misión acabó pasado el mediodía
y el objeto siguió siendo detectado en el rádar de
Calatayud hasta las seis de la tarde. Por lo
tanto, el OVNI permaneció en el cielo siete horas
más que el globo francés. Si los militares
españoles hubieran dado a conocer los informes de
los vuelos 51 y 53 del CNES, la explicación
hubiera resultado absurda. A esto se le llama,
lisa y llanamente, manipulación. Una flagrante
manipuación… Por si fuera poco, los objetos fueron
detectados por dos rádares, cuando los globos
franceses no llevaron dispositivo alguno para la
detección hasta l983. Y para rematar -por el
momento- la explicación oficial sirva otro dato:
los objetos de mayo de 1968 eran capaces de
permanecer estáticos en el cielo, pese a los
fuertes vientos reinantes. Como imaginará el
lector, los globos se desplazan a favor de viento.
Pero cuando se movían, los objetos motivo de este
reportaje lo hacían desafiando al dios eolo.
Las increibles
experiencias de los
pilotos.
Como explica el informe
oficial, los dos F-86 de Zaragoza que realizaban
maniobras sobre Cataluña en el momento de la
observación del día 17 no pudieron acercarse lo
suficiente al objeto que se encontraba sobre
Lérida. Así pues, se tomó la determinación de que
dos F-104 de Torrejón, capaces de alcanzar mayor
altura, despegaran en "scramble". A unas l5 millas
del objeto, los pilotos -cuyo informe sí ha sido
dado a conocer- establecieron contacto visual.
Según el escrito tenía forma de "punta de lanza
hacia abajo". A medida que se acercaron el
objeto parecía cambiar de forma y brillo.
"Aunque tenía cámara fotográfica instalada
-explica en su informe el capitán J. J.
Vasco, cuyo nombre aparece censurado en la
información oficial- no podía alinear el eje
del avión con el objeto", que según explicó
este experimentado piloto a J. J. Benítez,
había dado un violento "tirón" hacia arriba, a una
velocidad que el coronel Zamora -quien se
encontraba al frente del rádar de Calatayud-
calculó en 8.000 km/h. Imposible para un globo,
que en buenas condiciones apenas supera los 50
km/h. En el segundo intento de aproximación, Vasco
pudo realizar fotografías, pero la película salió
velada. Siguió subiendo con su caza hasta que el
motor se paralizó (detalle del que no informa el
MOA) tras haberse detenido el postquemador. En
pocas palabras, el capitán Vasco se jugó la vida
persiguiendo a un objeto capaz de cambiar de forma
(primero parecía una "punta de lanza", luego un
"avión colgado por la cola" y finálmente una
"esfera") y que en una ocasión provocó una doble
señal en el rádar, precisamente en el mismo
momento en que los pilotos percibieron "dos formas
fuseladas". Si aquel objeto era un globo tampoco
se explica que tuviera un comportamiento
inteligente, ya que cuando se aproximaban los
cazas "daba tirones" hacia arriba alejándose. Pero
en el caso del 15 de mayo el ejército no ha dado a
conocer los informes de los pilotos. Y sólo ahora,
con los datos que ofrece MUNDO MISTERIOSO, puede
tener "sentido" esa ocultación. El MOA sólo
explica que "se ordenó un scramble con película,
pero lo gran altura del objeto impidió una
identificación clara y la toma de película, aunque
la opinión de los pilotos coincidió en que era un
globo sonda". Como veremos ahora, el ejército -por
enésima vez- miente.
Testimonio
esclarecedor
Recientemente una llamada iba
a cambiar el rumbo de mi investigación sobre el
caso. Mi comunicante, Carlos Torrent, había
sido testigo de excepción de los hechos del día l5
de mayo. Pocos días después recibía en mi
domicilio un grueso informe de 31 folios a un
espacio en donde este ciudadano exponía cuantos
datos conocía sobre el hecho, mostrándose "harto"
por las explicaciones oficiales y de las versiones
del sector "racional" de la uología hispana.
Aquella mañana Torrent observó al objeto desde su
casa en la avenida Vía Augusta. Se encontraba en
dirección sudoeste y completamente estático, a
pesar de los vientos reinantes. Nuestro informante
montó su telescopio y entonces pudo observar
perfectamente el objeto: "Tenía forma de cabeza
de bala o proyectil, con una estructura sólida y
metálica, aparentemente recubierto por una delgada
lámina cristalina; en su base podía verse un
delgadísimo y refinado borde donde se reflejaba la
luz solar. En la parte de sombra oculta por el Sol
había una zona luminosa blanca no intensa y
difuminada, que surgía de la pared de la
estructura, como el hierro al rojo vivo, pero en
este caso blanco (Ver dibujo del testigo)… No se
parecía en nada a un globo estratosférico, ya que
los había visto en varias ocasiones". Lo que
iba a suceder a continuación -y que sólo 30 años
después adquiere su verdadera dimensión- "explica"
el motivo de la ocultación de los informes de los
pilotos de los cazas involucrados (cuatro
españoles y dos norteamericanos). Así narraba los
hechos Carlos Torrent: "A las 10.40 horas
apareció un avión procedente del este, que se
dirigía al OVNI en un claro intento de
aproximación. Visualmente ví que el objeto había
desaparecido del lugar en el que se había
encontrado estacionado, mostrándose ahora más alto
y desviado hacia el sur-suroeste. Volví a centrar
el objeto a través del telescopio, viéndolo ahora
inclinado de lado, mientras que toda su estructura
había adquirido una uniforme tonalidad azul,
mostrando el objeto sus contornos y forma bien
claros, con perfil triangular de vértices
redondeados. Curiosamente, tras el ascenso, su
parecía algo mayor: no había disminuido".
"A los pocos segundos desapareció de nuevo,
para instantaneamente aparecer más alto y alejado…
Por tercera vez efectuó idéntico tirón, para al
momento aparecer algo más alejado. En esta nueva
situación su tamaño sí había disminuido. Luego su
velocidad aumentó con frecuentes bruscas
aceleraciones cortas. Segundos antes de su
desaparición rotaba letamente sobre sí mismo. En
aquellos instantes lanzó un destello luminoso, sin
duda provocado por la luz solar". El
testimonio deja en evidencia las maquinaciones del
Ejército del Aire. Si se hubiera desclasificado el
informe de los pilotos, la explicación del
susodicho -y tan recurrido- globo francés hubiera
quedado fuera de lugar, porque el objeto
desconocido desapareció ante la presencia del caza
para aparecer de nuevo más elevado. Y esta
maniobra, sobra decirlo, jamás la realizará un
globo estratosférico, por mucho que se empeñe el
MOA, porque la teleportación sigue siendo, para
nosotros, ciencia-ficción.
Una sórdida trama
oculta
Ángel Bastida, al final del
informe del 15 de mayo de 1968 añadió una
insidiosa coletilla: "Del 13 al 17 de mayo de
1968 se registró una oleada de avistamientos sobre
España que coincide con la de globos
estratosféricos del CNES… Se avala la hipótesis de
que se trataba de GLOBOS ESTRATOSFERICOS". De
esta forma el Ejército del Aire daba por buena la
explicación sugerida 24 años antes por el régimen
franquista, haciendo suya los responsables del MOA
la sentencia de Bertolt Brech: "De las ciudades
sólo quedará el viento que pasaba por ella". Y
sólo engaño y ocultación de datos e informes han
quedado tras los casos citados. Curiosamente, las
mismas tesis del MOA fueron defendidas desde
entonces por el llamado sector racional de la
ufología, liderado en España por Vicente-Juan
Ballester Olmos, investigador del CEI (Centro
de Estudios Interplanetarios) acusado de haber
colaborado ocultamente con las autoridades en el
fraudulento proceso de desclasificación. Aunque
este punto lo haya negado Ballester en diversas
ocasiones, MUNDO MISTERIOSO ya demostró que dichas
acusaciones eran auténticas al mostrar una carta
suya donde se confirma la existencia de un
contrato con el Ejército del Aire. Dicho contrato
se cita en una carta privada del general-jefe del
MOA, Alfredo Chamorro a Sequeiros,
Jefe del Estado Mayor del Aire. En la misiva, con
fecha de noviembre de 1992, se dice que Ballester
ha proporcionado al MOA los datos relativos a los
globos franceses lanzados en 1968 y que
"explicaban" los sucesos de aquel año. Así pues, y
según confiesa el máximo mandatario del MOA,
Ballester fue quien proporcionó los datos
relativos a los globos del CNES, explicándose así
que este organismo francés no haya recibido
petición alguna por parte del ejército español. No
es casualidad que el investigador valenciano
mantenga habitualmente contacto con Jean-Jaques
Valasco, director del SEPRA (Servicio de
Reentradas Atmosféricas), organismo dependiente
del CNES y que se ocupa de las investigaciones
oficiales sobre OVNIs en el país galo. Velasco ha
sido también acusado de colaborar con las
autoridades europeas en la tergiversación del
fenómeno OVNI. Así pues, ya no hay duda de dónde
provienen las informaciones sobre los globos de
1968. Por si fuera poco, en un recorte de prensa
"desclasificado" aparece una nota manuscrita que
correponde a la letra de Ballester Olmos. Más
claro, agua. Y un último dato, aún más grave.
He podido obtener un texto del CEI anexo al
informe que este organismo, liderado por
Ballester, efectuó sobre el caso del día l7 de
mayo. Esta información ha sido deliberadamente
ocultada por los sectores racionales y por el MOA,
quizá porque alimentaba la posibilidad de que lo
ocurrido en mayo no tuviera nada que ver con
globos. Este escrito asegura que uno de los
pilotos involucrados en el caso del 17 de mayo
sobre Lérida, Nicolás Hijarrubia, tuvo la
ocasión de observar un nuevo OVNI días después, el
1 de junio de 1968 cuando sobrevolaba en su caza
el polígono de tiro de Bardenas Reales (Navarra).
Este escrito -publicado en exclusiva- asegura que
"esta vez lo observó perfectamente en su forma,
siendo un triángulo y pendiendo de su base tres
formas esféricas. Acudió también un F-104
relatándonos el declarante que cuando ellos
abandonaron la frecuencia, el F-104 comunicó
también que lo había perdido". En pocas
palabras: las autoridades siguen ocultandonos
datos sobre los sucesos de 1968, manteniendo a la
población ajena a un enigma que dura treinta
años…
Recuadro 1: la
filmación confiscada.
Todo ocurrió pasada la
una del medidía de aquel 15 de mayo. José
Luis Gahona -piloto del DC-9 con destino
a París- avisó al resto de su tripulación. Al
poco, el periodista Alfredo González Retuerce
apareció en la cabina con una cámara Super-8 y
filmó aquel objeto que se encontraba sobre La
Rioja. El OVNI parecía una esfera con tres esferas
colgando de sendas "patas". Por línea interna, el Mando de la Defensa
Aérea solicitó al comandante que incautase la
filmación, pero el autor de la misma se negó a
entregarla. Pero fue por poco tiempo, porque esa
misma tarde, en el hotel del periodista en la
capital parisina, el agregado militar de la
Embajada Española se presentó al preriodista:
"O me entrega la filmación, o me veré obligado
a retirarle el pasaporte". Retuerce no tuvo
más remedio y entregó la cinta que fue enviada a
España, llegando -según indican los sellos de
entrada- al Cuartel General del Aire. El MOA
asegura que la misma no figura en el expediente y
que "las gestiones para sui localización han
tenido resultado negativo". El Mando de la
Defensa Aérea indica que el pasajero "se prestó
libremente a colaborar". La falsedad de las
afirmaciones ha quedado nuevamente en
entredicho…
Publicado en
MUNDO
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